lunes, 6 de enero de 2014

El compromiso con el instante

El silencio se intenta crudamente haciendo el "esfuerzo". Es cosa de insistir una y otra vez...


"Todo cambio un día, mientras me hallaba contemplando distraidamente los árboles.
El silencio se abalanzó desde ellos como un acechador, parando mi mundo
y arrojándome a un estado paradójico por nuevo y a la vez conocido" C.Castañeda






"Con el año nuevo, llega el deseo de cambio y es una gran oportunidad para renovar nuestros votos de practicar. Cuando a través de nuestra práctica observamos las tendencias de nuestra mente, comprendemos que en nosotros no sólo hay tendencias nocivas que producen sufrimiento, sino también tendencias sanas como la tolerancia, el respeto, la benevolencia, la generosidad...que producen consecuencias benéficas.

Depende de cada uno qué semillas kármicas del pasado riega y alimenta, y qué frutos desea cosechar.
No es posible continuar practicando solo con el impulso inicial que nos llevó a buscar la vía.
Solo es posible continuar la práctica si renovamos nuestro entusiasmo...

La palabra entusiasmo tiene su origen en las raíces griegas "en" y "theos" y significa "dios en nosotros", es inspiración, estar imbuidos por la fuerza vital que da origen al mundo en cada momento. Si damos preponderancia a nuestras tendencias habituales, nos separamos de esta "totalidad".

En nuestra práctica de simplemente estar sentados "shikantaza", dejamos de identificarnos con la aparente individualidad y permitimos que esta fuerza se manifieste a través de nosotros. En la vida cotidiana podemos participar de manera creativa en la producción de una realidad sana y liberadora de sufrimiento.

Qué tan dispuestos estamos a transformar nuestra realidad?
Qué tanta energía de nuestros viejos hábitos estamos dispuestos a modificar para invertirla en nuestra práctica?

El Maestro Uchiyama dice, que lo que diferencia a un ser humano ordinario de un bodhisattva es la motivación que tiene en su vida. "En lo ordinario la gente vive pensando sólo en sus propias circunstancias estrechas, conectadas con sus deseos. En contraste, un bodhisattva a pesar de ser innegablemente un ser humano como todo el mundo, vive apuntando al bienestar de todos, como dirección de su propia vida"

Una dirección que debe ser revisada momento a momento, pues podemos caer en la "noción ilusoria" (klesha) de que ya lo hemos logrado y regresar una vez más a una vida de sufrimiento."



Y como kyosaku de la vida cotidiana

la desilusión
tiene el sabor de un golpe
que te despierta
en el momento oportuno



miércoles, 1 de enero de 2014

El Jardín, la sangha...- Kinhin





"Solos somos vulnerables. No podemos llegar al océano como una gota de agua, nos evaporaríamos antes de llegar a nuestro destino. Pero si nos convertimos en un río, si vamos como una sangha, seguro que llegamos al océano...

Necesitas un hermano o una hermana, un amigo o una amiga, para recordarte lo que ya sabes.

Una sangha es una comunidad de resistencia, resistir a la velocidad, la violencia y la manera irreflexiva de vivir que dominan en nuestra sociedad.

Una sangha es un jardín, lleno de muchas variedades de árboles y flores. Cuando nos reconocemos como flores y árboles hermosos y únicos, nuestra comprensión y amor hacia el otro puede crecer de una manera auténtica. Una flor puede florecer temprano en primavera, otra al final de verano. Un árbol puede llevar muchos frutos y otro puede ofrecer sombra refrescante. Ninguna planta es ni mayor, menor ni igual que las demás plantas en el jardín. Cada miembro de la sangha tiene dones únicos para ofrecer a la comunidad. Cada uno también tiene un aspecto que necesita atención.

Cuando podamos apreciar la contribución de cada miembro y cuando seamos capaces de ver nuestras debilidades como un potencial para crecer, podremos aprender a vivir en armonía. Nuestra práctica consiste en ver que somos una flor o un árbol y somos el jardín entero, todos inter-conectados"

Thich Nhat Hanh


La Naturaleza como la intuición tiene ojos que observan más allá de lo aparente, oídos que escuchan más allá del alcance del oído humano y una voz fuerte y clara...

"Es mejor sentir el aire debajo del pie
cuando damos el paso,
que estar expectante de
cómo se sentirá la tierra al pisarla"

Victoria Blanch



En el centro de los pies, la base
En el centro de la espalda, la gravedad
En el centro del corazón, la bendición
En el centro de la cabeza, la dirección
En el centro del ser, la receptividad
En el centro del sonido, la silenciosa presencia

Ku, la Nada


Hay un poema de Daishi cuyo título es "Escrito por azar en la montaña"

"El hombre de la ermita sale hacia el exterior
las condiciones de la tranquilidad deben ser observadas en un lugar ruidoso,
la verdadera persona que busca la Vía no permanece siempre más allá de las nubes,
si somos mushin, cada lugar es una montaña"



La palabra kinhin significa ir recto.
Cuando practique kinhin, camine en el sentido de las agujas del reloj alrededor de la sala, manteniendo las manos en posición de shasshu. De la cintura para arriba, la postura debe ser la misma que en zazen.
Dé el primer paso con el pie derecho. Avance dando sólo medio paso por cada respiración completa (una espiración y una inspiración). Camine lenta y suavemente como si estuviera de pie en un sitio.
No arrastre los pies ni haga ruido. Camine hacia adelante y, cuando de la vuelta, gire siempre a la derecha. Cuando termine el kinhin (de unos 10 minutos aproximado) deténgase e inclínese (saludo en gassho) Camine a un ritmo natural alrededor de la sala hasta regresar a su asiento.

Posición de las manos

Gassho: Ponga las palmas y los dedos de ambas manos juntos. Los brazos colocados ligeramente separados del pecho, los codos estirados hacia afuera por los lados formando una línea recta paralela al suelo. Las puntas de los dedos aproximadamente a la misma altura de la nariz. Este gesto es una muestra de respeto, fe y devoción. El hecho de que las dos manos (dualidad) estén juntas es una expresión de "una sola mente".

Shashu: Ponga el pulgar de la mano izquierda en la mitad de la palma y forme un puño a su alrededor. Coloque el puño en frente del pecho. Cubra el puño con la mano derecha. Mantenga los hombros separados del cuerpo formando una línea recta con ambos antebrazos.

Zen: Amigos espirituales Sotoshu


cómo avanzas, como tigre en la selva o un dragón en el océano? cuál es tu ritmo? desde dónde sientes el impulso? cómo apoyas los pies? dónde ubicas tu centro? van los hombros relajados? sientes el contacto con la tierra? giras la mirada al interior? reúnes la energía guiada por la respiración al bajo vientre?



paso a paso...
tan solo...andar...
de pie hacia el sentido de las agujas del reloj,
tan solo...en línea recta
la seda abraza el puño relajado
inspiro...exhalo...
avanzo con solo medio paso...completa
el aire
las plantas de los pies
orientando al espacio, la atención postural
estabilidad y fluidez
un cuerpo vacío como bambú
se desplaza la montaña
suena la campana
cada uno solo
juntos
en reverencia
de regreso al Silencio...

Al cuerpo no sólo habría que pensarlo a través de sus parámetros tradicionales:
altura, peso, ritmos, consistencias y mediciones varias, sino también por la intensidad de los afectos,
por la flexibilidad de la piel que late, se expande y se despereza cuando inspira y espira sus humores,
por la confianza en las cavidades que lo contienen, por las maneras de involucrarse de las vísceras
y por tantas otras versatilidades.

"Hay un apoyo de los pies desde la apertura de todos los espacios internos,
desde la flexibilidad de la epidermis, desde la solidez de cada hueso.
Un pie que deja que se prolonguen los huesos de su pierna hacia el interior del suelo.
Un pie sensible en las debilidades, sensible en las insensibilidades.
Un pie que cae por su peso, alocado de articulaciones,
que va madurando en el contacto de la superficie que toca.
Un pie que se reconoce en la mirada y en el sonido de cada paso, cuyo olor es familiar y cuyo sabor recuerda los veranos.
Un pie que puede adormecerse entre las manos.
Un pie que no renuncia a su volumen ni a la utilización de todos sus tejidos
ni a ninguno de sus dedos.
Un pie que pueda transformar un suelo inflexible en una plataforma de lanzamiento
y abierto a las oportunidades que le ofrece la vida".


"Pensamiento corporal" - Susana Kesselman